Tipos y condiciones de la piel: ¿Cuál es la diferencia?

Conocer el tipo, condiciones y las necesidades específicas de tu piel es fundamental para elegir productos adecuados, con ingredientes que realmente beneficien su salud, y así construir una rutina de cuidado personalizada y efectiva. Y si te preguntas ¿Qué tipo de piel tengo? o si tu piel está pasando por un proceso que antes no habías experimentado, este blog es para ti.

Los tipos de piel: normal, seca, mixta, grasa, son evaluaciones bastante subjetivas que fueron creados por la industria cosmética para ayudar a los consumidores a identificar las necesidades específicas de su piel.

Sin embargo, esta clasificación no tiene en cuenta la compleja realidad de la vida de la piel. Recuerda que nuestra piel:

1. Cambia con el tiempo
2. Y sus necesidades evolucionan con las estaciones del año

Por ejemplo, el tipo de piel más común es la piel mixta, con una producción excesiva de sebo en la zona media del rostro (frente, nariz y mentón). Sin embargo, existen dos tipos de piel extremos:

• Secreción de sebo muy baja (piel seca constitucional)
• Piel grasa con alta producción de sebo (piel con imperfecciones)

Y cada una tiene necesidades diferentes.

• Piel deshidratada: Carece de flexibilidad y suavidad,  puede sentirse tirante ocasionalmente.
• Piel seca por falta de lípidos: Siempre tirante y áspera. Retiene mal el agua, lo que indica que la barrera cutánea está alterada.
• Piel sensible: Se enrojece fácilmente, con sensaciones de incomodidad, irritación e incluso picazón.
• Piel con imperfecciones: Gruesa, con poros dilatados, con o sin brotes y puntos negros, puede ser brillante, especialmente en la zona media del rostro.
• Piel apagada: Sin tono, sin brillo y con signos de fatiga.

Si bien es esencial estar atento a las necesidades de tu piel para desarrollar una rutina de cuidado adecuada, el envejecimiento de la piel es un tema transversal que afecta a todas las condiciones de la piel.

1. Observa tu piel después de la limpieza: si se siente tirante, necesita hidratación.
2. Si se siente tirante durante el día, carece de lípidos y necesita nutrición.
3. Si aparece enrojecimiento temporalmente, tu piel ha sido sensibilizada y necesita ser calmada.
4. Si notas brillo, puntos negros o brotes, tu piel necesita ser matificada y purificada.
5. En caso de que la piel esté apagada, es necesario estimular la renovación celular y recargarla de antioxidantes.

En todos los casos, tus productos de cuidado de la piel también deben contener agentes activos que permitan a tu piel envejecer de manera saludable, independientemente de tu edad. Tu Profesional de Insitut Esthederm puede elaborar una evaluación de belleza personalizada y ofrecer el cuidado adecuado en el momento justo que necesitas. 

Con las estaciones, la piel necesita adaptarse a los cambios de temperatura, niveles de humedad y exposición a los rayos UV.

Adaptar tu rutina de cuidado con cada nueva estación puede ayudar a tu piel a ajustarse a estos nuevos entornos: el aire puede ser muy seco a gran altitud o en un avión, por lo que en esos casos usa cremas más ricas. Por el contrario, si vas de vacaciones a un destino tropical con niveles de humedad muy altos, ¡asegúrate de usar texturas ligeras y bajas en lípidos para tu protección solar!

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